jueves, 29 de septiembre de 2016

The Black Cat,Edgar Allan Poe



El gato negro, una historia de apenas 8 páginas y que fue publicada en 1843 está considerado por muchos la mejor del autor.

Relatado en primera persona, la historia nos lleva a conocer a un joven recién casado y de aparentes nobles sentimientos, que siente un profundo cariño por los animales y posee varias mascotas, entre ellas un gato negro, a las que trata con profundo afecto. Pero el vicio del alcohol se apodera de él y su personalidad cambia drásticamente. El protagonista empieza a sentir placer al torturar a sus animales, menos, al principio, a su gato, al que lo une un gran cariño, pero al poco tiempo ya tampoco a  éste discrimina. Llega al extremo de sacar un ojo al animal y días más tarde, cuando ya había sanado,  ahorcarlo por el simple placer de verlo morir.

Después del vil ahorcamiento, varios sucesos anormales empiezan a ocurrirle, como el incendio de su casa, de cuya estructura sólo se mantiene en pie un muro que, de manera increíble, tiene la extraña silueta de un gato ahorcado dibujada. Tras estos acontecimientos la personalidad del protagonista continua evolucionando; llega a sentir remordimientos por su crimen y a buscar a un nuevo gato, al que encuentra de manera extraña, como una especie de aparición. Y más extraño aún es que le falta un ojo y tiene un circulo blanco en el cuello, como si allí algo, posiblemente una soga, hubiera hecho mucha presión, tanta que el pelaje negro del animal dejó de existir para dar paso a uno blanco.

Poco después de adquirir a su nueva mascota, el hombre vive atormentado y con miedo a su gato, recordando quizás las palabras que alguna vez le dijo su mujer: las brujas habitan en los gatos negros.

Notaba que el gato le miraba mal, que solo se fiaba de su mujer, que a él no le daba muestras de afecto, ni le seguía, ni le hacia caso. Un día que había bebido llegó a casa ebrio y decidió matar al gato; cogió un hacha, se la hecho a la espalda y mato a su mujer. Esta se había puesto detrás para ver lo que iba hacer y al intentar detenerlo fue quien recibió el hachazo. Murió de un sólo golpe. El joven viendo la situacion, decidió hacer un agujero en la pared, metió el cadáver, lo tapó como si la pared estuviera intacta y siguió con su propósito de matar al gato; pero no lo encontró. Con el paso de los días la gente empezó a sospechar de la extraña desaparición de su vecina y alertó a la policía que le consideró el principal sospechoso. 

Un día los agentes del orden fueron a su casa a hacer una inspección pero no encontraron nada. De repente se empezaron a oír maullidos desde el sótano y se dejaron guiar por ellos. Resultaron estar detrás de la pared y tras tirarla vieron que allí había un gato maullando junto a una mujer muerta.




No hay comentarios:

Publicar un comentario