Un día aburrido como tantos otros, Alicia se duerme y de este modo entra en el País de las Maravillas de la mano del Conejo Blanco. Allí conocerá a la Falsa Tortuga, la Reina de Corazones, el Gato de Cheshire, la Duquesa, el Sombrerero Loco o la Liebre de Marzo, entre muchos otros personajes fantásticos con los que vivirá aventuras de lo más variopintas.
Todo el mundo conoce el famoso relato de la historia de Alicia, ya sea por adaptaciones cinematográficas (tanto animadas como fictíceas), como por el mero hecho de que su popularidad la ha convertido en uno de esos "cuentos" que pasan de boca en boca a lo largo de los años.
Sin embargo, no todo el mundo puede decir que conozca la historia original, esta que realmente surgió desde un principio de la imaginación de Lewis Carroll. Esta difiere en muchos aspectos del relato que todo el mundo conoce. El texto está plagado de dobles sentidos e intenciones "ocultas". En el libro, cada capítulo está dedicado a un personaje distinto con el que la protagonista se encuentra y vive una aventura distinta de la anterior, y todos y cada uno de ellos encierra en su interior una intención y sentido que podría estudiarse por separado.
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